VIRUS MORTAL


 Para responder a los interrogantes del porqué "la gripe española" fue tan mortal, la revista norteamericana Proceedings of the National Academy of Sciences, publicó  recientemente los resultados de un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Wisconsin. Los responsables de la investigación, Hideo Goto y Yoshihiro Kawaoka, lograron proporcionar un instrumento para entender cómo virus comunes pueden convertirse en mortales agentes patógenos.



Según estos investigadores, el virus de la H1N1 (el de la "gripe española") es capaz de provocar una infección sistémica ya que puede infectar además del sistema respiratorio a los tejidos de otros órganos. El virus está vinculado a una enzima que hace que el microorganismo rompa una proteína llamada hemaglutina y que se sitúa en la superficie de una célula. Lo que hace la enzima es introducirse en la proteína para reproducirse. La H significa Hemaglutinina y la N Neuraminidaza.

La hemaglutinina (HA) es una proteína que se sitúa en la capa más externa del virus, la envoltura del vírus. Ella reconoce un azúcar de nuestra membrana celular, el ácido siálico, y es la responsable por el reconocimiento y unión del virus a nuestras células del sistema respiratorio. Su nombre viene de esta capacidad de reconocer y unirse a las células y aglutinar hematíes (los glóbulos rojos de la sangre), una de las primeras pruebas desarrolladas para diagnosticar el virus.

El virus es envuelto por la membrana celular y llevado dentro de una vesícula. La célula intenta digerir el contenido de la vesícula disminuyendo el pH dentro de la vesícula, pero esto induce un cambio en el formato de la hemaglutinina. Con esto la hemaglutinina se tuerce y acerca la membrana de la envoltura del virus, fundiendo ambas y liberando el virus de la vesícula.

Según la OMS, la neuraminidasa es necesaria para remover el ácido de la célula y permitir que el virus recién sintetizado consiga brotar para invadir la próxima célula. Por esto, ella también se ubica en la envoltura del virus, y es la segunda proteína más común, después de la hemaglutinina. También es clasificada de acuerdo con su variedad, y son conocidas 9, siendo que N1 y N2 son las más frecuentes en humanos.



La novedad de la investigación de Goto y Kawaoka es el descubrimiento de la enzima en tejidos de órganos que no pertenecían al aparato respiratorio, por eso, esta gripe resultó ser tan mortal.

(Fotografía de Kawaoka)

Hay casos en los que una variación mínima del virus hace que el microorganismo rompa la hemaglutina y esto hace mella en las células de otros órganos.  De hecho, en 1918 la mutación del virus de la gripe porcina y otro humano se combinaron en la creación de las vacunas; esta recombinación genética dio lugar al  virus H1N1.

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