LEYENDA DE UNA GRAN MENTIRA


"La gripe española" no tuvo su origen en España, como cabría suponer por el nombre con el que es conocida aquella epidemia de 1918. Algunos investigadores señalan a China como  el país en el que se inició la epidemia, pero  lo cierto es que la mayoría de estudios  coinciden en señalar a Estados Unidos como  el país originario del primer virus AH1N1.



 En el libro Vacunación, el asesino siencioso”, su autor E. Mc Bean, señala  que  fueron los   médicos norteamericanos  los que ocultaron el origen de la enfermedad para tapar su propia intervención en la campaña de vacunación llevada a cabo y la llamaron "gripe española" desviando así la atención sobre el mortal virus.
























España era un lugar lejano y algunos de los soldados habían estado allí, así que la idea de llamarlo “española” parecía una buena forma de cargar la culpa sobre otros. "Los españoles -añade E. Mc Bean-no nos perdonaron que le diéramos a la enfermedad un nombre que les señalaba a ellos, porque sabían muy bien que la gripe no se había originado en su país"

Sin embargo, otros especialistas consideran que el nombre de "gripe española" surgió por la fuerte censura que existía en los países implicados en la Primera Guerra Mundial, por lo que a pesar del avance de la enfermedad en ellos apenas si existían referencias sobre la misma evitando la desmoralización entre las tropas combatientes. Esto hizo que debido a la neutralidad española en la gran contienda, el país se convirtiera en el único que informaba sistemáticamente del gran daño del virus y su expansión. El rotativo catalán La Vanguardia, por ejemplo, dedicaba sus primeras páginas a las esquelas y creó una sección llamadada "la epidemia reinante".

La situación era tal que las únicas noticias que tenía el resto del mundo sobre la expansión de la gripe provenían de la prensa española, lo que hizo que comenzara a conocerse la enfermedad como "gripe española". No fue por tanto el origen del virus sino la falta de censura lo que en definitiva le dio el nombre de la mayor epidemia del siglo XX. Así pues, cualquiera de las dos versiones descartan a España como el país originario del virus.